miércoles, 14 de enero de 2015

Sin censura para atacar






Foto Internet /taringa.net


El presidente ecuatoriano Rafael Correa da a conocer en los medios  públicos e incautados la sabatina que  habla directamente sobre todo lo que sucedió en la jornada semanal de trabajo.

El pasado 25 de junio del 2013, entró en vigencia la Ley Orgánica de Comunicación, donde en el artículo 10.- inciso 1. Referidos a la dignidad humana dice; respetar la honra y la reputación de las personas; abstenerse de realizar y difundir contenidos y comentarios discriminatorios.

 Este artículo en varias sabatinas el presidente no los cumple porque atenta sobre la dignidad humana, los más conocidos son gordita horrorosa, ignorante, majadero insolente, pelagatos entre otros. 

 El artículo 17.- Derecho a la libertad de expresión y opinión donde dice que todas las personas tienen derecho a expresarse y opinar libremente de cualquier forma y por cualquier medio; en la canallada de la semana que se pasa en cada sabatina, se culpa a opositores del gobierno por hablar “mentiras” de lo no hace el mandatario, denigrando su reputación con cualquier fallo que éste haya cometido.

En los artículos 22.- Derecho a recibir información de relevancia pública veraz.- la verificación implica constatar que los hechos difundidos efectivamente hayan sucedido y, en el artículo 23.- Derecho a la rectificación.- Todas las personas tienen derecho a que los medios de comunicación rectifiquen la información que han difundido sobre ellas.

Es evidente que estos dos últimos artículos son incumplidos por el propio presidente cuando se dirige a sus contrincantes, también existe el artículo 26.- Linchamiento mediático que habla sobre la prohibición y difusión de información de manera directa o indirecta sea publicada en los medios de comunicación con el propósito de desprestigiar a una persona  y su credibilidad pública. 

Es probable que el mandatario no se dé cuenta de la grave falta y violación a estos artículos, o los pasa por altos sólo por dar a “conocer” los errores y blasfemias que hablan sus opositores sobre él, sin tener ninguna medida de cautela.

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